Fotografía análoga : El Regreso de los “Muertos” vivientes

Foto: Mario Nieto

Autor: Mario Nieto

Como el clásico título de una película de zombies, hoy podemos hablar de la misma manera respecto a la fotografía análoga.

La fotografía análoga o clásica, de esa en que se usaba rollo que había que cuidar de la luz para que no se “velara” y que después debía ser enviado al laboratorio para ser revelado. Sí, esa con la que crecieron nuestros padres, ha estado a punto de extinguirse; desde una perspectiva tanto tecnológica, como comercial, muchos la han “Sepultado” ya.

Prueba de esto es que quienes vivimos esa transición de la película a la imagen digital, vimos como en muy poco tiempo todos los insumos, películas, papeles, químicos, negocios que se dedicaban a las artes del revelado comercial; desaparecían de la faz de la tierra. Grandes y emblemáticas empresas fabricantes de productos se iban a la quiebra y anunciaban su desaparición y la de sus geniales productos. Y cuando todo parecía que iba a tener un amargo final… ….empieza a renacer el amor por la película.

Tal vez sea de la mano de renuentes y renegados fotógrafos que se rehúsan a dejar morir un legado centenario en la creación de imágenes con la luz. O bien puede ser por la inagotable curiosidad de las nuevas generaciones que buscan siempre algo diferente, así sea buscando en el pasado.

Es el caso de la empresa conocida como Lomography, quienes instauraron toda una filosofía alrededor de la fotografía “impredecible” y espontánea que se logra solo con una película, posterior a esto, salen de su mano al mercado toda una serie de “juguetes” fotográficos; cámaras de una increíble sencillez, hechas de plástico y con llamativas formas y colores.

Corrientes como esta y esa curiosidad, ha hecho que muchos se vuelquen a buscar la “Vieja cámara de Papá” y preguntarse si funciona y ¿“Le consigo aún el rollo apropiado?” ¿Pero y qué hacemos cuando ya vivimos inmersos en esa pasión? ¿Para qué ilusionarse con descubrir todo ese mundo si ya no se consiguen las cosas? Películas descontinuadas, químicos que desaparecen al igual que otros insumos. Pues para dar respuesta vale la pena indagar un poco en el mercado y ver que está pasando.

Como personajes de películas, hay algunos que como el Fénix, renacen de sus cenizas. Este es el caso de ILFORD que se ha quebrado varias veces y después de distintos manejos y decisiones administrativas y corporativas, hoy es una de las compañías líderes si no, la más importante en la producción de película, químicos y exquisitos papeles fotográficos. Desde hace ya un tiempo algunos quedamos con la incógnita de qué significa esa nueva leyenda en todos los empaques de sus productos que reza: HARMAN Technology.

Bueno, para hacer el cuento corto, en un momento ILFORD se dedicó a producir papeles e insumos para impresión digital y su rama a cargo de la producción de material fotoquímico se dividió. Como empresarialmente ahora eran dos compañías diferentes, se optó por decir en cada uno de sus productos que las personas estaban adquiriendo no solo la marca legendaria sino todo su exclusivo legado que estableció Alfred Harman (Fundador de la marca) en la historia.

En otro lugar del mundo, podemos hablar de “Mutantes”

Este es el caso de los alemanes y en particular de AGFA. Esta compañía germana que siempre estuvo de manera muy discreta en términos de publicidad, pero absolutamente contundente con la excelsa calidad de sus productos, entre ellos el mítico revelador de película blanco y negro RODINAL que para muchos ostentaba el título de el mejor revelador moderno inventado en la historia.

Fue muy triste no volver a encontrar estos productos en las tiendas y más grave cuando Rodinal desapareció por completo. AGFA había quebrado y ya no existía más.

Años mas tarde “mutando” el viejo y apreciado Rodinal re-aparece con un nuevo nombre. Una compañía de nombre ADOX adquiere las fórmulas para volver a producir Rodinal, pero (Supongo yo) por razones comerciales, no vuelve con el mismo nombre y ahora, aunque tiene el mismo empaque, con la misma etiqueta, con la misma tipografía; se llama R09.

Para quienes sintieron en su alma un dolor al conocer de la quiebra de Kodak y saber que muchos de sus productos iban a estar condenados es muy posible que pueda haber luz al final del túnel.

Una serie de empresas pequeñas aliadas con algunas de las tiendas mas comprometidas con la fotografía en Estados Unidos han logrado obtener de Kodak ciertas patentes de algunos de sus productos extintos. Es así que vale la pena entrar a conocer el catálogo de productos tanto en películas, como en papeles y químicos de las marcas ARISTA y LEGACY PRO, quienes sumados a un sentido académico han puesto a disposición de los nuevos estudiantes de fotografía todo un menú para adentrarse en este fantástico universo y mejor aún, a un cómodo precio.