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El cine alternativo es una rama del séptimo arte que busca ir más allá de lucrar.

El cine alternativo es un concepto amplio, cuyo significado puede definirse tanto fácilmente como difícilmente. Esto ocurre por una misma razón pero desde dos puntos de vista diferentes: no hace alusión a ningún tipo de cine o género específico. Lo que nos da a entender que no se trata de cine comercial ni visto frecuentemente, pero por otro lado, significa que su concepto es tan amplio como todo lo que aborda.

Este tipo de cine nos define un grupo amplio donde podemos encontrar películas que no son producidas para grandes masas, por lo tanto no son vistas por una gran cantidad de personas y no son tan comerciales como las grandes producciones que estamos acostumbrados a encontrar en salas de cine. Es por esto que se considera como “cine alternativo”.

Este tipo de largometrajes no se enfocan principalmente en las ganancias ni en los fines lucrativos de la industria; más bien, su principal objetivo está netamente ligado a los aspectos artísticos y técnicos del séptimo arte. Esta es la principal razón por la que el cine alternativo posee una impresionante gama de clasificaciones.

Entre algunas de estas encontramos algunas ligadas a contextos temporales, como el Neorrealismo en Italia (“El limpiabotas”, “Paisà”, “Ladrón de bicicletas”, “Alemania, año cero”, etc.), el Cinéma Verité en Francia (“Été del d’un de Chronique”, “Titicut follies”, “À Hauteur d‘homme”, “Moi Un Noir”, etc.), el Free Cinema en Inglaterra (“Un lugar en la cumbre”, “La soledad del corredor de fondo”, “Kes”, “Un hombre de suerte”, etc.), el Dogma 95 en Dinamarca(“La celebración”, “Los idiotas”, “Mifune”, “The King Is Alive”, etc,), el Cine Novo en Brasil (“Vidas secas”, “Deus e o diabo na terra do sol”, “Os fuzis”, “O desafio”, etc.) y más tarde el Nuevo Cine Latinoamericano (“Memorias del subdesarrollo”, “Lucía”, “79 primaveras”, “La hora de los hornos”, etc.). Por otro lado, encontramos el cine extranjero en general y el conocido cine independiente, mismo que se trata más de una clase de divorcio entre realizadores y grandes productoras (o quizás de grandes gremios a los que pertenecen, también).

Estos movimientos destacan dentro del cine alternativo bajo premisas muy particulares, las que de algún modo u otro, han aportado cosas muy importantes al séptimo arte.

Sin embargo, profundicemos un poco en los últimos dos mencionados: el cine extranjero y el cine independiente. El primero es aquel que se da por entendido, es producido fuera de los Estados Unidos (particularmente fuera de la industria más grande del séptimo arte: Hollywood). Por esta razón, se considera que el cine extranjero es realmente cine no “americano”. Aunque si nos adentramos más a la definición exacta, el cine extranjero es verdaderamente ese conjunto de producciones que no pertenecen a nuestro país.

Por otra parte, el cine independiente, como ya se indicó, es básicamente la separación de los realizadores con las grandes productoras o los gremios a los que pertenecen.

Al no contar con un respaldo de estas compañías multimillonarias, no cuentan con un presupuesto muy grande, por ende la financiación jamás podría ser la misma (a menos que tengas muchísimos millones en tu cuenta bancaria, lo cual es poco probable), pues tienden a hacerse estas producciones con capitales propios (o de pequeños inversionistas que se encuentren dentro del ámbito cinematográfico). Por otra parte, en estas producciones es común contar con un equipo prácticamente desconocido (productores, filmadores, postproductores, etc).

El cine alternativo es una rama del séptimo arte que busca ir más allá de lucrar. Al fin y al cabo, el cine es una expresión artística hermosa, que puede transmitir pensamientos y sentimientos como otras artes no podrían. Por eso podemos afirmar, que esta rama del cine se encuentra en un exilio voluntario de Hollywood.

Autor: Sebastián Gutiérrez.

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