Un perfecto balance entre la realidad, la técnica, la estética y el talento innato.
Si hablamos de los máximos exponentes del fotoperiodismo, Sebastião Salgado es un nombre que resuena al instante. Con casi 50 años de experiencia, este artista de la imagen ha dedicado su talento al socio-documentalismo, labor a la que le debe una nominación como representante especial de la UNICEF, en el año 2001, y su cargo como embajador de Buena Voluntad de esta reconocida agencia de la ONU y miembro honorario de la Academia de las Artes y las Ciencias de los EE.UU.
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La realidad estilizada en escala de grises
En su mayoría, el trabajo de Sebastião Salgado se decanta hacia el ámbito social, pues se ha enfocado en documentar las condiciones de vida de los habitantes de los países subdesarrollados; en especial, su relación con el trabajo. En consecuencia, es muy común encontrar atisbos de pobreza y de otras necesidades no cubiertas, enmarcados en las instantáneas de este artista visual.
Algunos de sus trabajos más reconocidos bajo esta temática son:
Otras Américas. En 1984, Salgado publicó el primer libro sobre su trabajo documental. Consistió en un compendio de foto reportajes que realizó para algunas revistas europeas y americanas, de la mano de Magnum Photos. El hilo conductor de esta primera entrega fue la vida de los indios y campesinos de América Latina.
Sahel el fin del camino. Su segunda publicación data del año 1986 y consistió en una recopilación de fotografías tomadas durante su trabajo con una organización humanitaria llamada Médicos Sin Fronteras. Este proyecto se centró en la hambruna en el continente africano, y fue lanzado al público para apoyar la ardua labor de dicha organización.
Trabajadores: arqueología de la era industrial En el año 1993 publicó su tercer libro, el cual contrasta los vestigios de la era industrial a nivel mundial. Para poder realizarlo, Salgado viajó sin descanso durante 6 años por 23 países.
Migraciones: Humanidad en transición. En el año 2000 publicó su cuarta recopilación de fotografías, las cuales se centraron en la diáspora de pequeños pueblos hacia las grandes ciudades. Por otra parte, es importante destacar que la obra de Salgado destaca de la de otros fotógrafos porque cuenta con unidad de estilo: la estética en escala de grises marca la pauta en sus proyectos, quizás se deba a que la historia capturada en sus imágenes no necesita mayores aditivos ni colores que distraigan la intención de su mensaje.
Premios y reconocimientos
Pese a que es un autodidacta, en sus fotografías puede verse reflejado un perfecto balance entre la realidad, la técnica, la estética y el talento innato. Por ello, sus obras le han otorgado numerosos premios y reconocimientos, entre los cuales destacan el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, el Premio internacional de la fundación Hasselblad, el Premio W. Eugene Smith de Fotografía Humanitaria y el Premio del Público del festival internacional de PHotoEspaña.
Finalmente, es importante mencionar que la trayectoria de Sebastião Salgado ha sido tan importante para el mundo de la fotografía, que su hijo, Juliano Ribeiro Salgado, y el realizador Wim Wenders filmaron un documental centrado en una aventura por los cuatro continentes, encabezada por este importante fotoperiodista.
‘La sal de la tierra’ fue estrenado en el Festival de Cannes en el año 2014, donde ganó el Premio Especial del jurado en la categoría ‘Un certain regard’; asimismo, fue merecedor de una nominación al Óscar como mejor documental largo, el Premio de la Audiencia en el Festival Internacional de Cine de Tromsø y en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el Premio Platino a la Mejor Película Documental y el César a la mejor película documental.
Kristina Gutiérrez Romero
