Partamos de sus nombres más comunes: fotografía de rollo, de carrete, tradicional, argéntica o química. Todos nombres válidos para hablar de la fotografia analogica. A diferencia de la fotografía digital, que capta la luz a través de sensores CCD y CMOS, esta es captada a través de un material fotosensible, soporte que se encuentra cubierto por un compuesto químico.
El primer procedimiento de fotografia analogica fue descubierto por Joseph Nicéphore Niépce en 1826, conocido como heliograbado, obteniendo la famosa Ventana Le Gras. Se asoció posteriormente con Louis Daguerre, experimentando con compuestos de plata. Después de la muerte de Niépce, Daguerre continuó sus experimentos, hasta que desarrollo su propia técnica: el daguerrotipo.
A partir de entonces, la fotografía fue evolucionando, pasando por diferentes procesos que permitieron una mejor fidelidad, calidad y facilidad en cuanto a el tiempo de exposición.
Fotografia Analogica: Los distintos formatos
En la actualidad el formato más popular de fotografia analogica es la película de 35mm, que es utilizada en cámaras réflex (desde antes de la década pasada, se usaba también en cámaras compactas). Otros formatos de gran popularidad son los formato medio (120, 220), Polaroid (reconocidas por su capacidad de revelarse instantáneamente) y los grandes formatos (4×5”, 5×7” y 8×10”). Estos últimos utilizados generalmente para el campo de la publicidad.
Fotografia analogica hoy en día
Algunos fotógrafos continúan trabajando con fotografia analogica. Fotógrafos como Sebastian Salgado y James Nachtwey aún trabajan procesos fotográficos químicos. Algunos fotógrafos artísticos trabajan con procesos químicos, ya que prefieren los resultados obtenidos por estos medios.
El mediano y gran formato es usado en el campo publicitario, puesto que permite una alta calidad y fidelidad, y puede competir con cámaras full frame digitales.
Hoy en día la fotografia analogica tiene una gran importancia en la formación de nuevos fotógrafos. Es verdad que es posible aprender fotografía con cámaras digitales. Sin embargo, la mejor escuela es en definitiva la cámara análoga, pues permite aprender a previsualizar, medir la luz y ser cada vez más preciso en la toma fotográfica.