Un perfecto balance entre la realidad, la técnica, la estética y el talento innato.
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El arte escrito ha trascendido a través de décadas, siglos y hasta milenios, nunca dejará de existir. La literatura forma parte de la sociedad como una especie de formato clásico y moderno a su vez, se reinventa y transforma en nuevas expresiones artísticas a través de otras artes como la fotografía, la pintura, la escultura y, claramente, el cine.
Dar un repaso por las distintas películas basadas en libros es una tarea que puede durar mucho tiempo, pero podemos destacar unos cuantos filmes interesantes que consiguen hacer una muy buena adaptación de obras clásicas.
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Ahora, dando un repaso por esto, podemos mencionar primeramente a William Shakespeare, pues todas y cada una de sus obras tienen al menos una adaptación cinematográfica (ya sea fiel, libre o vanguardista). Hamlet (Laurence Olivier, 1948), una adaptación de la obra homónima es un claro ejemplo, también tenemos películas como West Side Story (Robert Wise/Jerome Robbins, 1961), Romeo + Juliet (Baz Luhrmann, 1996) que son adaptaciones de Romeo y Julieta y más recientemente Macbeth (Justin Kurzel, 2015).
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Por otro lado, no podemos dejar de lado las distintas adaptaciones basadas en la Biblia. Su contenido es una recopilación de muchísimas historias interesantes que han conseguido su puesto entre las filas del séptimo arte con obras notables como El evangelio según San Mateo (Pier Paolo Pasolini, 1964), Los diez mandamientos (Cecil B. DeMille, 1956), La profecía (Richard Donner, 1976), La pasión de Cristo (Mel Gibson, 2004), entre muchas otras.
Las mismísimas obras literarias clásicas son en sí un género cinematográfico de cierto modo, pero son peligrosas de adaptar por varias razones. La narrativa complicada, la visión predeterminada de la sociedad a la historia y/o personajes, la extensión del libro, entre otras más.
Unos ejemplos claros de este tipo de adaptaciones son Ana Karenina (Clarence Brown, 1935), Cumbres borrascosas (William Wyler, 1939), Oliver Twist (David Lean, 1948), Los miserables (Jean-Paul Le Chanois, 1958), Doctor Zhivago (David Lean, 1965), Guerra y Paz (Seguéi Bondarchuk, 1967), entre muchas otras obras notables.
Alejándonos un poco de la literatura clásica, también podemos disfrutar hoy en día de adaptaciones cinematográficas y televisivas de distintas sagas literarias exitosas como Harry Potter, El señor de los anillos, Los juegos del hambre, Las crónicas de Narnia, Juego de tronos, varias obras de Stephen King, entre otras.
Además, los cómics pueden considerarse de cierto modo literatura y las películas de superhéroes dominan la industria cinematográfica con grandes producciones como Los vengadores, El Hombre Araña, Batman, La liga de la justicia, Watchmen, The Boys, etc.
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Actualmente podemos disfrutar de películas que adaptan historias basadas desde La odisea de Homero hasta la saga de Crepúsculo de Stephanie Meyer.
Nacimos en una época particularmente especial para el arte, pues contamos con una inmensa cantidad de obras literarias de calidad junto a un considerable número de adaptaciones cinematográficas que, si bien o mal no son una calca exacta de sus obras de origen, vale la pena ver.
¿Qué otras películas basadas en libros agregarías a la incontable lista?
Autor: Sebastián Gutiérrez.
